domingo, 12 de abril de 2015

Nimrud, Noomanea, Nínive, Irak

Nimrud (conocida como Kalkhu por los asirios, y como Calaj o Kalakh en la Biblia) fue una de las capitales de Asiria, junto con Assur, Nínive y Dur Sharrukin. Está situada junto al río Tigris, a unos 30 km al sudeste de Mosul (en el actual Irak). Sus restos arqueológicos fueron dinamitados por el Estado Islámico en los primeros meses del 2015, haciéndola desaparecer.
Historia
La ciudad fue fundada por el rey Salmanasar I en el siglo XIII a. C. como un pequeño centro administrativo sin gran importancia, hasta que el rey Asurnasirpal II decidió construir allí su nueva capital. La nueva ciudad se encuentra en la orilla este del Tigris, con lo que quedaba protegida de los ataques de los arameos procedentes del oeste, y al norte del Pequeño Zab, que la protegía por el sur.
Para la construcción de la ciudad se utilizaron a millares de trabajadores que tuvieron que nivelar una extensión de 360 hectáreas, construir una muralla de 7,5 km de largo y una altura de unos 15 metros, y un canal (al que se llamó «portador de la abundancia») procedente del río Zab, para irrigar la llanura de los alrededores. Según una célebre inscripción del rey hallada en las ruinas de la ciudad en 1951 conocida como la «estela del banquete», cuando finalizó la construcción en el año 879 a. C., se celebró un banquete que duró diez días y al que asistieron 47 000 invitados, 16 000 habitantes, 5000 invitados extranjeros, y 1500 dignatarios del estado.
A los felices pueblos de todos países, así como a las gentes de Kalhu, los festejé durante diez días, y les di de beber vino, los bañé, los ungí y los honré y los envié de vuelta a casa llenos de paz y alegría.

Azure
Salmanasar III, hijo de Asurnasirpal II, hizo construir el que se conoce como Gran Zigurat ubicado junto al río Tigris.
La ciudad fue capital de Asiria hasta el año 710 a. C. en que Sargón II trasladó la capital a Dur Sharrukin, y sus sucesores a Nínive.
Se mantuvo como una de las principales ciudades asirias hasta el año 612 a. C. en que fue completamente destruida cuando Asiria sucumbió a la invasión de babilonios y medos.
Arqueología
Los restos arqueológicos de Nimrud fueron excavados por Austen Henry Layard entre 1845 y 1851, quien identificó erróneamente la ciudad como la antigua Nínive. Las excavaciones fueron continuadas por Max Mallowan entre 1949 y 1957, y por David Oates entre 1958 y 1962. Layard extrajo una gran cantidad de esculturas de toros alados y relieves que hoy se encuentran en el Museo Británico, así como el «obelisco negro» de Salmanasar III, un bloque de alabastro oscuro terminado en escalones, como un Zigurat en miniatura, con relieves en sus lados que conmemoran las victorias del rey.
La mayoría de las excavaciones se realizaron en el área de la ciudadela, una extensión de veinte hectáreas en el interior de la ciudad, rodeada de un muro de unos ocho metros de altura. Se ha identificado el palacio de Asurnasirpal II o «palacio del noroeste» para los arqueólogos, actualmente restaurado y convertido en museo con fines turísticos, el palacio de Samanasar III y el de Tiglath-Pileser III. Los muros de las habitaciones de estos palacios, realizados en piedra, estaban cubiertos por relieves pintados de colores, disponiéndose enormes toros o leones alados con cabeza humana a los lados de las puertas de acceso cuyo finalidad era impresionar a los dignatarios extranjeros mostrando el poder de los reyes de Asiria.
También se han identificado templos dedicados a los dioses Ninurta, Enlil y Nabu.
Destrucción
Los restos arqueológicos y las ruinas de la ciudad fueron totalmente destruidas por los integristas religiosos del Estado Islámico en marzo de 2015.
Nimrud, que fue fundada en el siglo 13 aC, se encuentra a orillas del Tigris cerca de 30 kilómetros (18 millas) al sureste de Mosul, la segunda ciudad de Irak y el principal centro de la SI en el país.
La destrucción en Nimrud, una de las joyas de la época asiria, se produjo una semana después de que el grupo yihadista publicó un video que muestra a milicianos armados con mazos y martillos neumáticos rompiendo objetos antiguos de valor incalculable en el museo de Mosul.
Ese ataque provocó consternación generalizada y alarma, con algunos arqueólogos y expertos en patrimonio comparándolo con la demolición 2001 de los Budas de Bamiyán en Afganistán por los talibanes.
En la interpretación extrema de los yihadistas del Islam, estatuas, ídolos y santuarios son una corrupción de la pureza de la fe musulmana temprana y la cantidad de reconocer otros objetos de culto que Dios.
El grupo encabezó una ofensiva arrolladora junio pasado que invadió la provincia de Nínive, donde se encuentran Mosul y Nimrud, y se extendió por gran parte del corazón del mundo árabe sunita de Irak.
Las fuerzas de seguridad iraquíes y combatientes aliados están luchando por recuperar el terreno de los yihadistas con el respaldo de una-es anti coalición internacional, así como el vecino Irán.
Pero las operaciones principales para conducir es de Nínive son probables meses, dejando a los sitios históricos irremplazables de la provincia a la merced de los militantes que no tienen en cuenta el pasado de Irak.

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